31.12.06

Bienvenidos a la mansión Drouet



La puerta se abre ante vuestra atenta mirada. Apartais de vuestro rostro los mechones empapados por la tormenta y pasais al recibidor. Hay un ropero abierto justo a vuestra izquierda. Más al fondo percibís el brillo inconfundible del horno a través de una puerta entreabierta, a su derecha las escaleras por las que ya sube el ama de llaves. El resto de puertas están cerradas.