
La puerta se abre ante vuestra atenta mirada. Apartais de vuestro rostro los mechones empapados por la tormenta y pasais al recibidor. Hay un ropero abierto justo a vuestra izquierda. Más al fondo percibís el brillo inconfundible del horno a través de una puerta entreabierta, a su derecha las escaleras por las que ya sube el ama de llaves. El resto de puertas están cerradas.
2 comentarios:
me desembarazo del pesado abrigoy espero a que venga el mayordomo a recogerlo... mi paciencia tiene un limite y si pasa el rato llamo al servicio en voz de mando.
Tadeus Wrigth
Me quito la capa y la sostengo en el brazo, esperando.
-Buenas noches -saludo hacia el Ama de llaves.
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