20.1.07

Puertas cerradas

- El servicio ha salido esta noche. Hay un ligero refrigerio en la cocina, si lo desean. Hagan el favor de respetar a los moribundos. - Sin casi respirar y sin detenerse el ama de llaves os increpa mientras desaparece en el piso superior.

En la mansión tan solo se escuchan unos apagados lamentos. La araña del recibidor está totalmente apagada dejando la sala tenuemente iluminada por los candelabros que hay en las paredes. Las puertas de roble y los antiguos muros imponen un respeto en vuestros corazones que nada tiene que ver con su solidez. Poco a poco el brillo de la luna atraviesa los nubarrones dando a la estancia una apariencia fantasmagórica.

2 comentarios:

L Gato dijo...

AnneMarie enarca ambas cejas y se contiene para no hacer un comentario sarcástico, de esos que siempre le traen tantos problemas. Sonríe levemente, pues los muertos hace mucho que forman parte de su familia.

-¿Vamos a la cocina? -pregunta amigablemente a su compañero, con una sonrisa quizás demasiado franca y tranquila para una mujer que viaja sola y que acaba de llegar a una casa donde pesa la sombra de la muerte...

Anónimo dijo...

Tadeus apenas tuerce el gesto de afectada flema britanica, la misma cara para muertes que para nacimientos...

- Seria lo adecuado, si, pero esperemos que vengan los demas pronto, no es propio estar solos en una habitacion y menos en una cocina- se aclaro la garganta y abrio la puerta para dejar pasar a su acompañante.